Aparcada desde el 7 de diciembre, el Barça regresa a Europa con el reto de volver a dejar en la cuneta al Arsenal.
Alves, Xavi, Nasri y Messi volverán a verse las caras hoy en el Emirates
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DÍDAC PEYRET
Ha llegado la hora de la Champions League para el FC Barcelona. La competición europea entra en su fase decisiva, las eliminatorias directas, en las que apenas hay margen de error. Un desliz, a estas alturas, puede costar la eliminación. Lo sabe Pep Guardiola y lo saben los jugadores. Hoy, en el Emirates, la concentración será máxima, la solidaridad absoluta y el compromiso total. Hay mucho en juego. Además, toda Europa estará pendiente de lo que hagan el Arsenal y el Barça, dos equipos que apuestan por el espectáculo, dos equipos a los que les gusta tener el balón y que proponen un fútbol en el que no hay lugar a la especulación. Ganar jugando bien es el objetivo.
Llega el conjunto del Camp Nou a la cita en un momento idóneo después del 1-1 de Gijón. Este resultado, después de 16 triunfos consecutivos en Liga, ha servido para que el equipo catalán vuelva a poner los pies en el suelo. Nada es para siempre ni nada es fácil, ha recordado el técnico a sus hombres en las últimas horas para que tengan presente que lo normal, sufrir, es lo del pasado sábado en El Molinón. Y que lo anormal es esa racha estratosférica de triunfos, uno detrás de otro.
Además, tratándose del FC Barcelona, al que todos los rivales quieren derrotar para alardear después de que han podido con el mejor equipo del mundo, cada partido debe jugarlo al máximo, sin reservas. Ya en la final de la Copa del Rey, contra el Real Madrid el 20 de abril y líder de la Liga, con 5 puntos de ventaja sobre el equipo madridista, el Barça reabre hoy la Champions League, un torneo en el que el Barça ya ha jugado seis partidos, de los que ha ganado cuatro y empatado dos (ambos lejos del Camp Nou). No conoce la derrota...
En su coliseo lo ha ganado todo y, lejos de él, cantó victoria en Atenas (0-3) contra al Panathinaikos y empató a uno contra el Rubin Kazan y el Copenhague.
Londres, ciudad que irradia sensaciones y recuerdos imborrables para el barcelonismo (allí se ganó la primera Copa de Europa el 20 de mayo de 1992), vuelve a cruzarse en la ruta europea del Barça. En esta ocasión para la disputa de la primera manga de los octavos de final, pero la idea es volver. No al Emirates, pero sí a la ciudad del Támesis, donde tendrá lugar la final de la Champions el sábado 28 de mayo.
De todas formas, dependiendo de los caprichos del sorteo, si Barça, Chelsea o Tottenham acceden a él, el equipo barcelonista podría hacer una nueva escala en la capital inglesa (a Stamford Bridge o a White Hart Lane) antes de seguir aspirando a jugar en el nuevo estadio de Wembley.
En cualquier caso, el Barça espera volver a Londres en un futuro no muy lejano pero con mucha más tranquilidad con la que lo ha hecho ahora, pues apenas permanecerá 30 horas para ventilar un primer capítulo de una eliminatoria en la que el Barça aparece como favorito, pero en la que no podrá confiarse lo más mínimo, por más que Messi anotara un ‘póker’ la pasada temporada.
Llega el conjunto del Camp Nou a la cita en un momento idóneo después del 1-1 de Gijón. Este resultado, después de 16 triunfos consecutivos en Liga, ha servido para que el equipo catalán vuelva a poner los pies en el suelo. Nada es para siempre ni nada es fácil, ha recordado el técnico a sus hombres en las últimas horas para que tengan presente que lo normal, sufrir, es lo del pasado sábado en El Molinón. Y que lo anormal es esa racha estratosférica de triunfos, uno detrás de otro.
Además, tratándose del FC Barcelona, al que todos los rivales quieren derrotar para alardear después de que han podido con el mejor equipo del mundo, cada partido debe jugarlo al máximo, sin reservas. Ya en la final de la Copa del Rey, contra el Real Madrid el 20 de abril y líder de la Liga, con 5 puntos de ventaja sobre el equipo madridista, el Barça reabre hoy la Champions League, un torneo en el que el Barça ya ha jugado seis partidos, de los que ha ganado cuatro y empatado dos (ambos lejos del Camp Nou). No conoce la derrota...
En su coliseo lo ha ganado todo y, lejos de él, cantó victoria en Atenas (0-3) contra al Panathinaikos y empató a uno contra el Rubin Kazan y el Copenhague.
Londres, ciudad que irradia sensaciones y recuerdos imborrables para el barcelonismo (allí se ganó la primera Copa de Europa el 20 de mayo de 1992), vuelve a cruzarse en la ruta europea del Barça. En esta ocasión para la disputa de la primera manga de los octavos de final, pero la idea es volver. No al Emirates, pero sí a la ciudad del Támesis, donde tendrá lugar la final de la Champions el sábado 28 de mayo.
De todas formas, dependiendo de los caprichos del sorteo, si Barça, Chelsea o Tottenham acceden a él, el equipo barcelonista podría hacer una nueva escala en la capital inglesa (a Stamford Bridge o a White Hart Lane) antes de seguir aspirando a jugar en el nuevo estadio de Wembley.
En cualquier caso, el Barça espera volver a Londres en un futuro no muy lejano pero con mucha más tranquilidad con la que lo ha hecho ahora, pues apenas permanecerá 30 horas para ventilar un primer capítulo de una eliminatoria en la que el Barça aparece como favorito, pero en la que no podrá confiarse lo más mínimo, por más que Messi anotara un ‘póker’ la pasada temporada.
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